

Un exit es la venta de una parte del equity (acciones) de una compañía, ya sea al empezar a cotizar en bolsa o al ser adquirida por otra empresa.
Por ejemplo, en México, Uber adquirió a la startup chilena Cornershop. De esta manera, los fundadores, empleados, e inversionistas de la empresa pueden vender sus acciones y obtener un retorno líquido por ellas.
En el caso de las adquisiciones, no siempre un exit sucede en efectivo, sino que puede ser con un plan de pagos en cuotas o a cambio de acciones de la empresa adquiriente.
Asimismo, años antes, mediante una Oferta Pública Inicial (IPO, por sus siglas en inglés), Uber se convirtió una compañía pública. Esto le permite a sus fundadores, empleados, e inversionistas “salir” de la empresa, a través de la venta de sus acciones en la bolsa de valores.
En el caso de los IPOs, los fundadores y empleados suelen tener lock-up periods, un número de meses en los que no pueden vender sus acciones tras el IPO. El propósito del lock-up period es evitar que los insiders de la compañía inunden el mercado con un gran número de acciones, que podrían impactar negativamente el precio de la acción.
En las rondas de inversión de late stage como las Series B, C y D, también pueden suceder exits donde los fundadores, empleados o inversionistas más antiguos venden parte de sus acciones a los inversionistas entrantes. Esta práctica se está convirtiendo más usual como una herramienta para darle liquidez y tranquilidad financiera a los fundadores y primeros empleados de una startup, que son quienes más han sacrificado durante los años iniciales de la vida de la compañía.