¿Cómo Crear un MVP No Code? (y Lanzar una Startup Sin Programar)
Los inicios de una idea de negocio
En febrero del 2015, cerré mi primera startup de delivery de comida, Food Bazar. Una de las razones por las cuales había fracasado fue suponer que la “gran idea” que tenía en mi cabeza volvería igual de locos a los clientes. Construí un producto antes de validar el mercado y esto me trajo grandes pérdidas de tiempo y dinero – al poco tiempo tuve que bajar la cortina (cerrar la empresa).
A la semana de haber cerrado, me apresuré a buscar problemáticas reales por las cuales personas estuvieran dispuestas a pagarnos por resolverlas. Durante esta búsqueda recordé una etapa en la universidad donde me mudé con roommates y viví el cansado proceso de buscar alguien que nos ayudara con la limpieza.
Con esta nueva idea de negocio, no solo estaríamos ayudando al cliente. Leticia, quien nos apoyaba en casa de mis padres, me contaba sobre la discriminación, abuso laboral y las grandes carencias de trabajar como asistente doméstica en la informalidad.
En ese punto, pensé que podíamos matar 2 problemáticas enormes con una misma solución. Así nació Mi Dulce Hogar, una solución que le brindaría a los clientes ayuda confiable para la limpieza de sus hogares, mientras generaría empleos formales para trabajadoras del hogar.
* Si estás pensando en empezar una startup, te recomendamos leer nuestros 3 tips para pensar en una idea de startup.
Construyendo un MVP
Aprendida la lección de Food Bazar (R.I.P.), quise asegurarme de que no pasara lo mismo de nuevo. Esta vez, mi prioridad al iniciar Mi Dulce Hogar fue escuchar, vivir de primera mano el dolor de nuestros usuarios, y crear un MVP al menor costo posible.
Al iniciar un negocio en el cual nos meteríamos hasta a la cama de nuestros clientes, era importante tener una imagen para vernos como una empresa establecida, a pesar de que solo fuera yo contestando el teléfono en mi cuarto.
Lancé la compañía con un préstamo de 15 mil pesos mexicanos (casi USD $1,000 en ese tiempo). Con ese dinero invertí en un logotipo, dominio, volantes, un Nextel con Whatsapp para empezar a vender, y construí una página web en Wix (que era tan sencilla que parecía hecha en Paint). Puedes remontarte al 2015 y ver esa página aquí.
Tardé menos de 5 días en construir todo y llegó el momento de salir a la calle a buscar clientes. Desde colarme en edificios para entregar volantes hasta casi regalar el servicio fueron la manera en que conseguimos los primeros usuarios que se atrevieron a abrirnos las puertas de su hogar.
Conoce a tus clientes
Me tocó salir a hacer nuestros primeros servicios y fue lo mejor:
- Conocí las necesidades y gustos de los clientes
- Viví el trato que le daban a quien limpiaba su hogar
- Aprendí qué productos usar para la limpieza, y
- Cuánto tiempo tomaba limpiar una casa para empezar a construir nuestro modelo de pricing
Todo lo que aprendí resulto ser información muy valiosa, porque jamás la hubiera conseguido limitándonos a suponer todo, desde la comodidad de casa o investigando en Google.
Además, pude conocer el mercado en el que debíamos enfocarnos. En un inicio pensaba que nuestro mercado objetivo serían zonas de alto poder adquisitivo, así que fue a las primeras casas que atendimos. Sin embargo, en corto tiempo, me di cuenta de que ese mercado, normalmente requiere gran volumen de actividades y se salía de nuestro mercado objetivo.
En respuesta eso, nos enfocamos en casas de un mercado de gente joven (25- 45 años) de clase media, media alta quienes hicieron match rápido con Mi Dulce Hogar. Sabían exactamente lo que esperaban de nuestro servicio y valoraban nuestra propuesta social de dar empleos dignos.
Del mismo modo, tome la decisión de enfocarnos al 100% en ser los mejores en limpieza, dejando de lado tareas extras como planchar, lavar y cocinar. El volumen de solicitudes de estos servicios complementarios era muy bajo, el tiempo difícil de controlar, y el margen bastante baja con un alto riesgo.
* Conoce 10 startups en México que te ayudan a emprender, cuyas soluciones tecnológicas te permiten crear un MVP y optimizar procesos de tu negocio.
Beneficios de crear un MVP
Vendimos más de 30,000 servicios usando una página en Wix, Jobber y un celular con Whatsapp. Esto nos hizo dar cuenta que si creas un producto bueno que realmente resuelva una necesidad, en un inicio, no importa el canal, los clientes te buscarán y te comprarán.
Como en el inicio, no nos preocupamos por detalles como desarrollar una app, contratar muchas personas, entre otros distractores, pudimos usar ese tiempo para enfocarnos en que la calidad de nuestro servicio fuera excelente. En consecuencia, nos convertimos muy efectivos reclutando personas confiables (actualmente nuestra probabilidad de incidencias en servicios es de 0.04%).
Algunos de los beneficios que nos trajo empezar con un producto mínimo viable son:
- Validar que existe un mercado: nos permitió probar rápidamente si existía un mercado que estuviera dispuesto a pagarnos por resolver su problema. Además, esto sirve como evidencia en caso requieras levantar inversión en etapas tempranas.
- Ejecutar cambios rápidos: al no tener una infraestructura tan grande, nos permitió hacer cambios casi diarios en nuestro proceso y operación. Si construyes antes de conocer tu mercado, sería más complicado.
- Construir un producto adaptado al usuario: debido a toda la información recolectada, al levantar nuestra primer ronda de inversión, supimos exactamente qué tecnología desarrollar. Esto nos ayudó a ahorrar tiempo y dinero al disminuir la probabilidad de lanzar algo que no fuera lo que los usuarios necesitaban.
Herramientas para crear tu MVP
Hoy, existen mucho más herramientas para construir un producto mínimo viable, aun si saber programar. Algunas de mis preferidas son:
- Tookan: especializado en empresas de servicios. Cuenta con una app para que los prestadores de servicios vean sus servicios asignados, puedes seguir en tiempo real el estatus de la operación, y muchísimas funciones más.
- Zapier: te permite automatizar cientos de actividades diarias sin necesidad de programar.
- Canva: crear imágenes para redes sociales, mailing, entre otros sin tener conocimiento de diseño, ni programas más complejos.
- Shopify / Wix: si necesitas una página web informativa, para venta de productos, servicios o reservaciones, estas son tu mejor opción.
* Estas herramientas son conocidas como No Code, pues no necesitas saber programar para utilizarlas. Te recomendamos revisar nuestra Guía Definitiva de No Code para Startups.
Crear un MVP en cualquier etapa
La crisis del COVID-19 nos trajo el reto de buscar lo más rápido posible nuevas líneas de ingreso. Por ello, empezamos a probar nuevas propuestas como el servicio de sanitización, y desempolvar algunas que por “falta de tiempo” nunca habíamos hecho, como la venta de productos de limpieza en línea.
Para probar si esta última funcionaría, nos tuvimos que volver a poner el sombrero de validación. En 1 día y con $0 de inversión, construimos con Wix una tienda en linea con envíos a todo México.
Comenzamos a promoverla con nuestra base de datos interna y, en un par de días, logramos dejar funcionando una plataforma rentable que nos permite invertir esas ganancias en campañas para seguir promoviendo nuestros servicios de limpieza en Guadalajara y Ciudad de México.
No importa en qué etapa de tu startup te encuentres, crear un MVP es algo que te acompañará como emprendedor en todo tu camino. Siempre habrá la tentación de construir algo muy robusto para lanzar nuevas funciones, servicios o productos. Por eso, es mejor incorporar, en los procesos de tu equipo, el uso de estas herramientas para probar nuevas ideas, equivocarse y pulirlas rápido a un menor costo.
Agradecimiento
Gracias a Estefanía Hernandez, CEO & Founder Mi Dulce Hogar, por compartir su experiencia creando un MVP y la historia de los inicios de su startup. Mi Dulce Hogar es una startup mexicana que en 2020 ingresó a 500 Startups Latam. Pueden saber más de Estefanía y su startup en:
- Web: www.midulcehogar.mx
- LinkedIn: Estefanía Hernandez
Preguntas Frecuentes
Es un producto o servicio con unas pocas características que son suficientes, para atraer usuarios en una etapa temprana y validar la necesidad del mercado, antes de lanzarse a desarrollar un producto por completo.
Spotify es un buen ejemplo de un MVP efectivo. Ellos desarrollaron una aplicación de escritorio y ejecutaron una versión beta cerrada para probar el mercado. El producto MVP y un modelo de precio de freemium demostraron ser exactamente lo que la gente quería.